¿Por qué estudiar 1 de Pedro?

LAS CONDICIONES.

  1. 1. Las condiciones en que Pedro escribió son parecidas a las nuestras hoy. Pedro escribe en tiempos de Nerón bajo una persecución sangrienta contra la iglesia.

Los destinatarios de esta epístola son animados en medio de esta terrible persecución sabiendo que el que sufre por causa del evangelio es feliz o bienaventurado ( 1 Pedro 4:16). De hecho, los creyentes serán objetos de burlas, así comienza el capítulo 4, diciendo que los creyentes deben padecer en la carne tal como lo sufrió el Maestro. Y el capítulo 1 Pedro 4:4 es interesante verlo cómo es la opinión del mundo hacia los cristianos.

PEDRO Y LA DOCTRINA DE CRISTO.

  1. 2. Pedro desarrolla la doctrina de Cristo de una manera notable en esta corta epístola. Trata en ella:
  2. La encarnación de Cristo (1 Pedro 1:20).
  3. Los nombres de Cristo:

(1) Cordero sin mancha (1 Pedro 1:19).

(2) La principal piedra del ángulo: su relación con las Escrituras (1 Pedro 2:6).

(3) Piedra preciosa: su relación con los creyentes (1 Pedro 2:7).

LA VISIÓN DE PEDRO HACIA LOS CREYENTES.

  1. 3. Pedro también nos da una serie de títulos que describen a los creyentes. Quizá en ningún otro libro del Nuevo Testamento hallaremos tantos. Se habla de la iglesia como:
  2. Hijos obedientes (1 Pedro 1:14)
  3. Niños (brephos= bebé, infante, feto) recién nacidos (1 Pedro 2:2). (Lucas 1:41, 44; 2:12, 16; 18:15; Hch. 7.19; 2 Ti. 3:15)
  4. Piedras vivas (1 Pedro 2:5).
  5. Sacerdocio santo (1 Pedro 2:5).
  6. Real sacerdocio (1 Pedro 2:9).
  7. Nación santa (1 Pedro 2:9).

INTRODUCCIÓN.

De los doce apóstoles que Jesús llamó, tres fueron escogidos para escribir libros o epístolas inspirados del Nuevo Testamento. Estos tres son Mateo, Juan y Pedro. Pedro continúa cumpliendo en sus dos epístolas el mandamiento que Cristo le dio de apacentar sus corderos (arén)y ovejas (arnion) (Jn. 21:15-17).

Sufrimiento” es una de las palabras clave de esta epístola. Esta, o sus equivalentes, se usan 16 veces. Seis veces para hablar de los sufrimientos de Cristo (1 Pedro 1:11; 2:21, 23, 24; 3:18; 4:1), y diez veces para hablar de los padecimientos de creyentes (1 Pedro 1:7; 2:12, 19, 20; 3:14, 17; 4:12, 14, 16, 19). Otra palabra importante es “gracia”, que aparece ocho veces (1 Pedro 1:2, 10, 13; 3:7; 4:10; 5:5, 10, 12).

Pedro hombre

De los muchos individuos retratados en las páginas las Sagradas Escrituras, el apóstol Pedro es uno de los sobresalientes. Nos atrae debido a que era tan típicamente humano, y podemos identificarnos con sus éxitos y sus fracasos. Pedro pertenecía a la clase de personas que tenía una opinión para todo tipo de asuntos y que la expresaba cada vez que surgía una ocasión. Su energía le hacía parecer atrevido, incluso precipitado.

Pedro el impulsivo.

Cuando Jesús llamó a Pedro, tal cual se lo describe en Mateo 4:20, su impulsiva respuesta fue dejar al instante las redes y seguirlo. Cuando los viajes de Jesús lo llevaron a las proximidades del hogar de Pedro, impulsivamente los invito a todos a su casa, sin tomar en consideración el hecho de que su suegra estaba enferma en cama (Mr. 1:29).

Su llamado al servicio En Betania

Cuando Juan el Bautista señalo a Jesús a sus discípulos, el que se llamaba Andrés fue de inmediato a buscar a su hermano Simón. Al encontrarse con Simón, el Señor dijo: “Tú eres Simón, hijo de Jonás; tú serás llamado Cefas” (Jn. 1:42).

El círculo íntimo.

Entre los discípulos de Jesús, Pedro, Santiago y Juan gozaron de una posición singular, a la que denominaremos “el círculo íntimo”.

  1. El circulo intimo estaba presente cuando Jesús resucitó a la hija de Jairo (Marcos. 5:37; Lc. 8:51).
  2. El segundo evento tuvo lugar en el monte de la Transfiguración, cuando Jesús hablo con Moisés y Elías acerca de Su próxima muerte (Mateo. 17:1; Mr. 9:2; Lc. 9:28).
  3. El tercer evento de que los tres fueron testigos tuvo lugar en el Huerto de Getsemaní (Mt. 26:37; Mr. 14:33). Allí ellos vieron la agonía de nuestro Señor

al hablar con Su Padre con respecto a las pruebas que le aguardaban. Es indudable que estos eventos causaron una profunda impresión en la mente de Pedro, y que influyeron en su ministerio posterior.