No podéis servir a Dios y a las riquezas. Mateo 6:24

—Está bien, entiendo que no puedo quitarle la primera parte a mi Biblia ni los mandatos que contiene —dijo Nora—. Pero mire los Diez Mandamientos. Una amiga creyente y yo tuvimos una discusión tremenda sobre el cuarto mandamiento, ese de acordarse del sábado para santificarlo. ¿Eso quiere decir que si hago mis tareas escolares el domingo estoy pecando? ¿O si hago trabajar a otro porque como en un restaurante el domingo o porque miro la TV los domingos a la tarde? Mi amiga afirma que la Biblia dice que no podemos trabajar los domingos ni siquiera para hacer las tareas escolares.
Aquí va la primera mitad de la respuesta. Los cristianos de la actualidad no están obligados a seguir la ley del sábado del Antiguo Testamento. De hecho, es el único de los Diez Mandamientos que no se repite en el Nuevo Testamento. Seguir esa ley significaría paralizar todo trabajo desde la puesta del sol el viernes hasta la puesta del sol el sábado. Ese es el sábado judío.
Pero aquí va la segunda mitad de la respuesta. Los cristianos primitivos siguieron observando el principio moral en que se basa la ley al reservar el primer día de la semana —el domingo— para descansar y adorar a Dios (ver Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2; Apocalipsis 1:10).
Ahora, junta esas dos partes: No tienes que obedecer la ley del sábado del Antiguo Testamento, pero debes reservar un día por semana para descansar y adorar a Dios (ver Hebreos 10:25).
El domingo da resultado porque es el día cuando se llevan a cabo la mayoría de los cultos cristianos. Los creyentes que están obligados a trabajar los domingos deben dedicar parte del domingo o de otro día para adorar al Señor y descansar. Pueden concurrir a los cultos los sábados de noche que ahora realizan muchas iglesias.
Y esa no es una idea que es buena únicamente para los mayores. Si eres estudiante, la escuela es tu trabajo. En este caso, Dios quiere que veas cómo puedes hacer para que tus tareas escolares no interfieran con tu tiempo de adoración y descanso que Dios te quiere dar.
Ahora bien, quizá estés inquieto por esos jugadores de fútbol que están obligados a trabajar los domingos porque tú quieres acomodarte en el sillón para ver un buen partido. Bueno, no pecas por mirar partidos de fútbol, o por correr por el patio, o por comer en un restaurante o por comprar algo los domingos. Si los que te atienden quieren obedecer a Dios, escogerán otro día a la semana para descansar y adorar a Dios. Si no lo hacen, es decisión de ellos, no tuya.
Dios quiere que tengas la experiencia de enfocarte en él de una manera especial un día por semana. También quiere que tengas un descanso. ¡Y esa adoración y ese descanso son un regalo que te hace a ti!
PARA DIALOGAR: ¿Qué opinas de un Dios que quiere que te tomes un tiempo cada semana para descansar y adorarlo? ¿Qué te parece ese regalo cariñoso que te da?
PARA ORAR: Señor, gracias porque nos amas tanto que quieres que descansemos y te adoremos.
PARA HACER: ¿Qué hacen ustedes como familia para hacer del domingo (u otro día) un día de adoración y descanso?

McDowell, J., & Johnson, K. (2005). Devocionales para la familia. El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano.